Una de las actividades internas que más disfrutamos en LAIA es el cine-debate. A veces nos reunimos para ver la peli; otras, la vemos por separado y luego nos juntamos a compartir reflexiones. En el canal de Telegram que destinamos a proponer películas para este espacio, una y otra vez, reaparecía Matrix. Finalmente, una tarde invernal de agosto le llegó la hora a este clásico. Volver a verla 25 años después de su estreno fue casi una pulseada al paso del tiempo. Notamos (no lo recordábamos) que en un pasaje se menciona explícitamente “inteligencia artificial”. Y confirmamos que sus problemáticas están más vigentes que nunca.
Como suponíamos que la charla estaría bastante cargada de reflexiones y referencias filosóficas, decidimos empezar con un juego, como nos gusta en LAIA. Así surgió “Matriviax”: a partir de la oposición central de la peli entre lo falso y lo real, propusimos un juego basado en trivias de Matrix, algunas verdaderas y otras falsas. Ganaba el juego la persona capaz de distinguir mejor los datos reales de los inventados. Fue muy divertido y funcionó como disparador para pensar las similitudes con nuestro vínculo actual con la información. Podés ponerte a prueba con nuestra Matriviax.

Para inventar las trivias falsas decidimos usar modelos de lenguaje. Paradójicamente, o no, lo más difícil fue chequear si eran realmente falsas, porque a los primeros pedidos respondía mezclando trivias falsas con otras reales. Alucinaciones al revés, recordatorio de que no podemos confiar en la IA ni siquiera, o sobre todo, cuando le pedimos que mienta.
No tan sencillo como elegir la píldora roja o la píldora azul
El debate estuvo repleto de preguntas difíciles. Entre las cuestiones que más nos interpelaron, apareció la de si hay responsabilidad en la ignorancia, y si elegir no saber es una opción ética.
Lo más enriquecedor de la charla fueron las ambigüedades y los grises que encontramos en la peli. Por ejemplo, en el hecho de que la visión sobre las máquinas no es cien por ciento negativa, las intenciones detrás de las decisiones más cuestionables parecen ser buenas: el arquitecto quería en un principio una matrix donde los humanos fueran felices, pero no funcionó; Smith lo único que deseaba era ser libre…
La tragedia de Cypher
Reflexionando sobre los claroscuros y otras posibles formas de interpretar los hechos, surgió la idea, casi como un juego, de que si la historia estuviera contada desde el punto de vista de Cypher, sería una verdadera tragedia. ¿Y si el engaño fuera Sion?
Y como en LAIA cada encuentro nos impulsa a pensar nuevos proyectos, después del cine-debate Sergio Paoletti y Gastón Lema, integrantes del área de música y audio, generaron con herramientas de IA una canción que cuenta esa versión oculta, «La tragedia de Cypher». La presentaron en el taller “Música y audio: cómo puedo usar IA ahora mismo” en Nerdearla. Si te lo perdiste, podés verlo acá.

