Reconozco que me siento muy emocionado. Es un verdadero honor poder dirigirme a un grupo de personas tan selecto. En la actualidad, todos nos necesitamos mutuamente. Ustedes necesitan a Brasil y Brasil les necesita a Ustedes. Muy buenas tardes a todos. Agradezco enormemente el honor de poder dirigirme a todos Ustedes en esta inauguración de la sesión plenaria. Este es mi primer viaje internacional después de haber sido elegido. De esta manera, quiero mostrar la importancia que atribuyo a las estructuras que este foro promueve. Este viaje me brinda una gran oportunidad de demostrarle al mundo el momento único por el que está pasando mi país y para mostrarle a todo el mundo este nuevo Brasil que estamos construyendo. Las elecciones, aunque gastamos menos de 1 millón de dólares y tuvimos pocos segundos en televisión y a pesar de que me atacaron de manera injusta durante todo el tiempo, terminaron con mi victoria. Brasil había pasado por una profunda crisis ética, moral y económica. Nuestro compromiso es cambiar nuestra historia. Por primera vez en Brasil un presidente ha creado un equipo de ministros cualificados. Cumpliendo los compromisos de nuestra campaña, sin aceptar injerencias de política y de partido, porque en el pasado esto solamente ha generado un estado ineficaz y corrupción. Nosotros disfrutamos de credibilidad para realizar las reformas que tenemos que hacer y que el mundo espera de todos nosotros. Me acompaña mi ministro de Justicia, Sergio Moro. Él es la persona adecuada para luchar contra la corrupción y el blanqueo de dinero. Vamos a invertir muchísimo en seguridad para que vengan a visitarnos con sus familias, puesto que somos uno de los países que más belleza natural ofrece, pero aún así no estamos entre los 40 destinos turísticos más visitados del mundo. Tienen que venir a visitar la Amazonia, nuestras ciudades, el Pantanal. Brasil es un paraíso que todavía no se conoce lo suficiente. Somos el país que más protege el medio ambiente. Ningún otro país del mundo tiene tantos bosques como nosotros. La agricultura está presente en solamente el 9% de nuestra superficie y crece gracias a la tecnología y gracias a la competitividad de nuestros productores rurales. Menos del 20% de nuestro territorio se dedica a la agricultura. Pero aun así tenemos una garantía de superávit comercial y somos capaces de alimentar gran parte del mundo. Nuestra misión ahora mismo es compatibilizar la protección del medio ambiente y la protección de la biodiversidad con el desarrollo económico necesario, recordando que son interdependientes y que no se pueden separar. Los sectores que nos critican tienen, en realidad, mucho que aprender de nosotros. Nosotros queremos gobernar por el ejemplo y queremos que el mundo vuelva a confiar en nuestro país. Vamos a reducir la carga tributaria, vamos a simplificar las normas, vamos a facilitar la vida de quien quiera producir y ser empresario, de quien quiera invertir y generar empleo. Vamos a trabajar por la estabilidad macroeconómica, respetando contratos, privatizando y equilibrando las cuentas públicas. Brasil todavía es una economía relativamente cerrada al comercio internacional, y cambiar esa condición es uno de los mayores compromisos de mi Gobierno.